Edgar Allan Poe - Resumen de El Retrato Oval

Edgar Allan Poe - Resumen de El Retrato Oval


Era de noche y estaba cayendo una espesa lluvia, cuando el narrador con su criado, decidieron buscar cobijo del mal tiempo en un lúgubre y melancólico castillo hace poco abandonado para esperar allí la llegada del amanecer. Ya en el interior se instalaron en la habitación de una torre, y el narrador encendió un candelabro, donde por medio de este vio que las paredes de la sala estaban decoradas por cuadros con diversos motivos, y encontró un viejo libro con el catastro de estos más una descripción del detalle de cada uno.

Cuando su criado se quedó dormido, movió el candelabro para no perturbar con la luz su descanso, y al hacerlo iluminó un rincón de la sala antes a oscuras, momento en el cual sintió que no estaban solos, que alguien más se encontraba en aquel rincón observándolos. Al superar su estado de alerta por aquello, miró hacia el rincón, y cerró automáticamente sus ojos por la impresión de lo que había visto. Se trataba de una mujer, pero, no una persona, sino un cuadro con el retrato de una mujer.

El marco era dorado y de forma oval, el retrato de medio cuerpo en estilo de viñeta, y tras comprender que su alerta inicial se debió a que el retrato era a tamaño natural, y que el detalle de la obra hacía creer que no se trataba de una pintura sino una persona real atrapada dentro de aquel marco oval, buscó en el libro la leyenda de aquel retrato, donde con consternación se enteró de…


Una joven se casó con un pintor que trabajaba mucho, llegando a sentirse celosa del arte por la pasión que su esposo profesaba por el trabajo, así que un día para resolver el problema convinieron un modo de superarlo, el cual sería que el artista retrataría a su esposa, para de ese modo poder él seguir trabajando y ella estar a su lado. Las sesiones duraron días y noches completas, en las cuales el artista por su parte se obsesionó por darle vida a la obra llegando a enloquecer, y ella intentó ser una buena modelo. Y mientras en cada jornada la joven iba perdiendo más y más su vitalidad, el retrato fue cobrando vida, y cuando el artista al fin lo terminó. Dijo: “Esto es la vida misma”. Luego de aquello dirigió la mirada hacia su esposa, viendo… que había muerto.



Resumen de Alberto Salgado.

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