Resumen de La Cosa en el Tejado
Parte I
Robert Howard
El narrador, residente de Londres, Inglaterra. Es un investigador de lo extraño: Criptozoologia, arqueologÃa, ooparts, etc. Y hace tres años, tuvo un serio conflicto con un colega de apellido Tussmann, debido a que después de años de investigación en México, publicó un libro llamado “Testimonio de la Cultura Nahuel en Yucatan”. Y Tussmann, criticó ensañadamente su investigación intentando desacreditarla, generando debido a aquello un conflicto que los hizo dejarse de hablar, hasta que un dÃa luego de tres años, su ex amigo, no teniendo otro medio para cumplir con un objetivo más que con su ayuda, lo llamó para solicitarle un favor… y el favor, consistÃa en que necesitaba con urgencia conseguir un libro llamado “Unaussprechlichen Kulten” de Friedrich Von Junzt, traducido al castellano como “Cultos Sin Nombre”, y denominado también como “Libro Negro”, aunque esto último no por su color, sino por su contenido, pues se trata de un manual sobre todos los misterios y secretos de las culturas antiguas del mundo, muchas de ellas de nombres olvidados, “y de ahà el tÃtulo del libro”.
Y el libro es considerado maldito, ya que sus portadores suelen terminar mal, por ejemplo Von Junzt, su autor, quien fue encontrado en 1845 estrangulado en su departamento que estaba cerrado por dentro, y obviamente, no fue un suicidio, sino que “algo”, lo asesinó, ¿Qué cosa?, no se sabe, pero se atribuye su muerte a los secretos abismales de los Cultos Sin Nombre. Y del mismo modo que su autor, muchos quienes tuvieron el libro se volvieron locos, se suicidaron, o murieron en “extrañas circunstancias”. Por lo cual, los libros de la primera edición en alemán del Unaussprechlichen Kulten, fueron quemados al ser considerados malditos, pero de algunos ejemplares que sobrevivieron a la purga se imprimió una segunda edición en inglés, pero que censuraba su contenido más peligroso, y posteriormente se imprimió una tercera edición, también en inglés, a cargo de la Golden Goblin Press, que venÃa con capÃtulos menos debido a su contenido descabellado. Y Tussmann, quien tenÃa un Cultos Sin Nombre de tercera edición de la Golden Goblin, necesitaba información para una futura expedición que estaba planificando, por lo cual el favor consistÃa en solicitarle al narrador que consultara entre su cÃrculo de contactos si alguien poseÃa, o en último caso si alguien sabÃa dónde encontrar un Unaussprechlichen Kulten de primera edición en alemán. Y ofreció debido a saber que el narrador no aceptarÃa dinero por hacerle ese favor, que si accedÃa a ayudarlo se retractarÃa públicamente de las crÃticas que hizo a su investigación en Yucatan.
El narrador, no necesitaba que Tussmann se retractara, ya que él mismo con bastos argumentos habÃa sabido defender bien su investigación, pero aun asà decidió aceptar hacer el favor en un ánimo casi altruista. Y tres meses de trabajo le costó conseguir un Unaussprechlichen Kulten de primera edición, recibiendo un ejemplar del profesor estadounidense James Clement de Richmond, Virginia. Ante lo cual telefoneó a Tussmann, quien se apersonó en su casa en Londres tan pronto como pudo para estudiar el ejemplar, y al tenerlo en sus manos, leyó el capÃtulo dedicado a los misterios de Honduras, o mejor dicho al territorio de lo que hoy en dÃa se llama Honduras, ya que los Cultos Sin Nombre tratan sobre asuntos ocurridos siglos antes del nacimiento de las naciones modernas.
Y el asunto en cuestión de su interés trataba sobre que en la selva de Honduras, hay unas ruinas de lo que se cree fue un templo de una tribu de la región extinta antes de la llegada de los conquistadores españoles, la cual exploradores y arqueólogos conocen como “El Templo del Sapo”. Y Tussmann sospechaba, que en algún lugar de ese templo deberÃa haber una sala secreta, cuya existencia debÃa ser para ocultar algo como por ejemplo un tesoro tal vez, por lo cual lo que necesitaba saber del libro. Era: Confirmar la existencia de la sala secreta, saber dónde está ubicada, y obtener información sobre cómo abrirla.
Y lo que leyó en el Unaussprechlichen Kulten, fue que en el templo habÃa una momia, de quien en vida habÃa sido el último sacerdote de aquella civilización misteriosa que los autóctonos dicen eran una raza distinta a la suya, la cual habitaba ahà antes de la llegada de sus primeros ancestros a la región. Y esa momia, tenÃa una cadena de cobre colgada en su cuello con una joya esculpida en forma de sapo. Entonces confirmó: Que en la sala secreta estaba el tesoro del templo, que esa sala estaba ubicada bajo el altar principal, y que la joya con forma de sapo era la llave para abrir esa sala secreta.
Asà que con esa información obtenida, junto a reiterarle su agradecimiento por el favor realizado, le informó Tussman al narrador que partirÃa de inmediato a Centroamérica a realizar la expedición…
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