Berenice
Edgar Allan Poe
El narrador padece de una anomalÃa atencional, la cual más allá de la meditación y la especulación, consistÃa en entrar en estados de intensa meditación y atribuirle un interés exagerado a cualquier cosa por muy insignificante que pueda ser, como por ejemplo el eco de una palabra, la figura de una sombra, o la llama de una vela entre otras, llegando a pasar dÃas concentrado hasta la obsesión por lo que llamase su atención, hasta que esta cambiara por otra cosa. E incluso también padecÃa su anomalÃa por situaciones, como por ejemplo el dejar de moverse hasta perder la noción de estar vivo por la quietud, o repetir una palabra hasta que en su mente dejase de tener un significado debido a su repetición.
Se crio en una mansión, y en esta también se crio Berenice. Él, encerrado en casa por su anomalÃa atencional, y ella jugando al aire libre. Hasta que un dÃa Berenice cayó vÃctima de una extraña enfermedad, la cual consistÃa en repentinos ataques de una especie de epilepsia que solÃa desembocar en catalepsia, enfermedad que la alejó del aire libre llevándola a pasar sus dÃas en reposo. En esos tiempos él y Berenice se enamoraron y se casaron, pero un dÃa, un muy mal dÃa, sufrió el narrador el más severo ataque de su anomalÃa atencional cuando se fijó en los dientes de ella, quedando absorto y completamente obsesionado, a tal nivel que a partir de aquel dÃa pasó a vivir sin ser capaz de pensar en nada más que en esos dientes.
Hasta que una lamentable mañana, Berenice murió de un ataque de epilepsia, y él perdió sus recuerdos desde el funeral y recuperó la noción de su existencia en el tiempo presente de este relato, que es la noche del dÃa en que se llevó a cabo el funeral.
Y mientras intentaba recordar lo que hizo durante esas horas ausentes en su memoria, ingresó un criado al estudio donde estaba quien le informó que Berenice no murió, pues fue encontrada viva, cubierta de sangre y gritando de dolor, ya que alguien la habÃa desenterrado y la lastimó mutilándola con crueldad.
Ante aquella espantosa y perturbadora información recibida, comenzó con su mirada a examinar la habitación donde se encontraba. Y vio: Barro en la alfombra, una pala embarrada sujeta a la pared, sangre en su ropa, marcas de uñas en sus manos, y un extractor dental ensangrentado en la mesa. Y al lado del extractor vio una caja, la cual al levantarla se le cayó por lo nervioso que se sentÃa ante las evidencias, y al rebotar la caja en el suelo saltaron desde su interior unos dientes ensangrentados.
EXPLICACIÓN
Berenice sufrió un ataque de catalepsia, enfermedad que consiste en caer en un sueño profundo y la pérdida momentánea de los signos vitales. Asà que la pobre despertó en el ataúd cuando ya la habÃan enterrado, y el narrador, producto de su anomalÃa atencional, fue a desenterrar lo que creÃa era un cadáver para extraerle sus dientes por los cuales se habÃa obsesionado. En consecuencia al abrir el ataúd estaba tan perturbado y compenetrado en su cometido, que sin darse cuenta de la condición de Berenice, le extrajo sus dientes a tirones con el extractor para llevárselos estando ella viva.
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