Resumen de Los Perros de Tindalos de Frank Belknap Long - Parte III

Resumen de Los Perros de Tindalos

Parte III

Frank Belknap Long


Quedó mal Chalmers al término del experimento, pero para el narrador fueron sólo desvaríos producto del consumo de la droga, así que se marchó a su hogar sin más. Pero a la mañana siguiente, Chalmers lo telefoneó pidiéndole que lo volviera a visitar y que le llevara escayola, petición ante la cual el narrador, sin entender para qué necesitaba eso, accedió, así que compró diez kilos y fue a su departamento. Al llegar, vio que el departamento no tenía muebles, y le explicó Chalmers que los Perros de Tindalos lo habían olfateado así que seguro lo seguirían hacia este plano, y para evitar que eso sucediera necesitaba la escayola… ¿Cómo?, ¿Y para qué?… Según Chalmers, al cruzar desde el plano físico hacia El Otro Lado creó una especie de portal, y los Perros de Tindalos podrían cruzar por allí entrando a este plano con perversas intenciones, y la solución, o sea, el modo de cerrar el portal, era cubriendo con escayola las esquinas y rincones del departamento… ¿Y por qué?… Porque los Perros de Tindalos para ingresar a este plano, lo deben hacer por ángulos, y el modo de evitarlo era eliminando los ángulos del departamento, en este caso, redondeándolos con escayola.


Dudando sobre si lo que decía Chalmers era real o fantasías de una mente que por las drogas había dejado de operar de modo, normal, accedió a ayudarlo, pues lo peor que puedes hacer ante un loco, es cuestionarle sus locuras, para evitar de ese modo un posible arranque violento. Así que hicieron una mezcla de escayola con agua, y comenzaron a redondear todos los ángulos del departamento tanto de puertas, como de ventanas, paredes, techo, y suelo. Y tras tres horas de trabajo, se retiró, ante el agradecimiento de Chalmers quien le indicó que con su ayuda le había salvado la vida, mientras que el narrador se fue seguro que el pobre Chalmers estaba trastornado, y planteándose la idea de enviarle un médico para que lo atendiera al día siguiente.



Aquí termina este relato, y lo que sigue es el narrador comentando las noticias publicadas el 3 de julio de 1928 en el periódico local Patridgeville Gazette…


- Al día siguiente a las dos de la madrugada hubo un gran temblor o un terremoto pequeño en la ciudad, sobre el cual se comentan aquí algunas cosas que ocurrieron debido al sismo, desde lesionados a destrozos en edificios e infraestructura urbana.
- Y que se encontró a Chalmers muerto en su departamento, pero que su deceso no fue a causa del sismo sino por asesinato.


A la mañana siguiente del sismo, el señor Hancock, vecino de Chalmers, al abrir la puerta de su departamento para dejar entrar a su gato y recoger el periódico, sintió un hedor nauseabundo, y al investigar su origen reconoció que venía desde el departamento de su vecino Halpin Chalmers. Golpeó con insistencia su puerta, pero al no obtener respuesta, y suponiendo que a su vecino se le podía haber quedado el gas encendido, fue a buscar al conserje, quien con una llave maestra abrió la puerta, y de ese modo encontraron el cadáver de Chalmers tendido en el suelo. El señor Hancock y el conserje tuvieron que abrir la ventana para tomar aire, y no necesariamente por el hedor del cadáver, que desnudo, estaba cubierto por una especie de gelatina azulada. Ahondando un poco más en detalles… El cadáver estaba decapitado, pero curiosamente no había sangre en el lugar, como si las heridas hubieran sido cauterizadas al momento de hacerse, y el hedor desagradable al parecer era de esa extraña sustancia azul, que seguro algo también tenía que ver con la cauterización de las heridas. Y comenta también la publicación que el departamento, desprovisto de muebles, estaba cubierto de escayola en sus rincones… en todos, menos uno, donde la escayola se había agrietado y desprendido seguro a causa del sismo, y el cadáver de Chalmers estaba tendido justo al lado de ese lugar.


Por otro lado respecto al caso, el detective Douglas es quien dirige la investigación del asesinato del señor Chalmers, y hasta el momento en base a la información que maneja, especula que fue por envenenamiento de algún desconocido producto químico, y que posterior a aquello decapitaron al cadáver y lo cubrieron con esa extraña… cosa… azul. Y en este momento se encuentra buscando el paradero del único sospechoso que tiene, que es un no identificado que visitó a Chalmers el día anterior a su muerte, “la mañana previa al sismo”, según testigos, cargando diez kilos de escayola.


Y el doctor James Morton por su parte, quien es el científico encargado de analizar la sustancia azul, falló tras estudiarla algo sorprendente. Y es que falló que la sustancia gelatinosa que cubría al cadáver no tenía enzimas… ¿Qué quiere decir eso?… Las enzimas, son catalizadoras de reacciones químicas producidas en las células, y cuando estas mueren las enzimas las desintegran mediante un proceso llamado hidrólisis. Quiere eso decir, que sin enzimas, una sustancia u organismo poseería vitalidad infinita, o dicho de otro modo, que sería inmortal. La sustancia entonces es algo sorprendente, cuya estructura analógica en su protoplasma desafía las competencias de la biología que la ciencia humana maneja.


EXPLICACIÓN


- El sismo removió la escayola.
- Por ese lugar ingresaron los Perros de Tindalos a este plano y su primera víctima fue Chalmers.
- La gelatina azul es saliva, o algo equivalente a saliva, de los Perros de Tindalos.
- Y al parecer, el sismo no se debió a causas naturales.




Resumen de Alberto Salgado.

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